Hoy, cuando al entrar en un negocio escuché la voz de Maria Elena Walsh tuve una sensación de extrañeza.
No me pareció algo habitual oírla cantar fuera de casa.
Nadie como ella para inventar canciones, canciones que escuché de chica y entendí de grande.
Duerme con la noche en el aljibe, con un camisón lleno de estrellas.
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