-Viste como se sacó la ropa?
-No, no me di cuenta...
-Que manera elegante de sacarse la ropa.
-Para eso hay que tener buenas zapatillas.
-Esta loco.
-No está loco, sabe.
-Es de goma.
-Ya estoy grande para aprender eso...
Estas son algunas de las frases, mitad mía mitad de mi marido, coca light y corona en mano respectivamente viendo ésto un viernes a la noche.
Acá más Damien Walters
Y ahora que título le pongo... viernes a la noche?
Mi papá buscaba cosas en ferias, remates y mercados de pulgas. A mí me gusta buscar libros, y a veces escribir sobre ellos. El problema es que en el estante ya no entran... Por acá en general pasa lo aledaño, lo importante va por otro carril aunque se asoma de vez en cuando.
viernes, 14 de septiembre de 2012
lunes, 3 de septiembre de 2012
Confesiones
Tengo cierta dificultad para diferenciar la ropa para salir de los pijamas.
Una vez cuando era chica fuimos a pasear una plaza en la Boca, insistí en ir en pijama y me dejaron. Estaba convencida de que parecía un jogging y cuando un chico dijo en voz alta "esa nena está en pijama", me sentí como el emperador con su traje de tela invisible.
Mi hermana cuando me manda ropa que le quedó chica a mi sobrina aclara "esto es un camisón", para evitar ver a mis hijas saliendo con lo que para mí son vestidos.
Todos los atuendos princeseriles que les regalan, ante la duda o aprovechando la inocencia son camisón-pijama hasta que se demuestre lo contrario.
La semana pasada al ver una nena con vestido de princesas mi hija me dijo "Mirá mamá esa nena está en camisón...". Y en realidad creo que de verdad era un camisón y que no soy la única con pijamagnosia...
Este es un borrador de hace un tiempo.
Vale como la primera de las confesiones pedidas por este premio que tengo el honor de haber recibido en el blog de Susana.
Me falta buscar 6 borradores más...o sentarme a escribir.
El problema es que todo lleva tiempo y en este momento necesito sobrevivir al trabajo y convertir mi casa en un lugar habitable.
En realidad esa es una confesión importante.
2-Mi casa es inhabitable y necesita urgentemente un cambio.
Cambio que implica sacar la multitud de cosas inservibles que acumulo, tiempo para acomodar el resto y
combinar practicidad con la multitud de delirios que pueblan mi cabeza. En eso estoy o mejor dicho en eso debería estar por que la realidad es que otra vez estoy acá sentada escribiendo confesiones confesables que no requieran demasiada elaboración.
3-Otro borrador perdido:
Siempre quise una de estas plantas
También una huerta, pero por ahora me conformo con las sobrevivientes de siempre.
4- Pensaba poner en la pared del patio una pizarra de las blancas para pintar con marcador pero me pareció que si se moja con la lluvia se va a arruinar. Estuve averiguando por materiales que resistan a la intemperie pero viendo la obra de arte que está haciendo mi hermana para mí en fieltro me dieron ganas de pintar y en una de esas empiezo por la pared. Es un poco como volver a la infancia. Una de las primeras cosas que recuerdo haber dibujado es una pared.
5- Tengo permiso para tener un perro en casa. En realidad tendría que decir que el "No" pasó a ser "Hacé lo que quieras". El problema es que tengo bastantes complicaciones para sumar un perro y que necesitaría un "Sí entusiasta" y eso no sé si algún día lo voy a tener.
6- Siempre encuentro algún motivo para estar preocupada.
7- Dejo que es despertador suene y suene mil veces antes de levantarme. Cuando me fui a vivir sola me llamaba mi mamá por teléfono para despertarme, ahora en la semana me despierta mi marido y los fines de semana mis hijas. El despertador solo no puede. Soy fiaca.
Listo!
Una vez cuando era chica fuimos a pasear una plaza en la Boca, insistí en ir en pijama y me dejaron. Estaba convencida de que parecía un jogging y cuando un chico dijo en voz alta "esa nena está en pijama", me sentí como el emperador con su traje de tela invisible.
Mi hermana cuando me manda ropa que le quedó chica a mi sobrina aclara "esto es un camisón", para evitar ver a mis hijas saliendo con lo que para mí son vestidos.
Todos los atuendos princeseriles que les regalan, ante la duda o aprovechando la inocencia son camisón-pijama hasta que se demuestre lo contrario.
La semana pasada al ver una nena con vestido de princesas mi hija me dijo "Mirá mamá esa nena está en camisón...". Y en realidad creo que de verdad era un camisón y que no soy la única con pijamagnosia...
Este es un borrador de hace un tiempo.
Vale como la primera de las confesiones pedidas por este premio que tengo el honor de haber recibido en el blog de Susana.
Me falta buscar 6 borradores más...o sentarme a escribir.
El problema es que todo lleva tiempo y en este momento necesito sobrevivir al trabajo y convertir mi casa en un lugar habitable.
En realidad esa es una confesión importante.
2-Mi casa es inhabitable y necesita urgentemente un cambio.
Cambio que implica sacar la multitud de cosas
combinar practicidad con la multitud de delirios que pueblan mi cabeza. En eso estoy o mejor dicho en eso debería estar por que la realidad es que otra vez estoy acá sentada escribiendo confesiones confesables que no requieran demasiada elaboración.
3-Otro borrador perdido:
Siempre quise una de estas plantas
También una huerta, pero por ahora me conformo con las sobrevivientes de siempre.
4- Pensaba poner en la pared del patio una pizarra de las blancas para pintar con marcador pero me pareció que si se moja con la lluvia se va a arruinar. Estuve averiguando por materiales que resistan a la intemperie pero viendo la obra de arte que está haciendo mi hermana para mí en fieltro me dieron ganas de pintar y en una de esas empiezo por la pared. Es un poco como volver a la infancia. Una de las primeras cosas que recuerdo haber dibujado es una pared.
5- Tengo permiso para tener un perro en casa. En realidad tendría que decir que el "No" pasó a ser "Hacé lo que quieras". El problema es que tengo bastantes complicaciones para sumar un perro y que necesitaría un "Sí entusiasta" y eso no sé si algún día lo voy a tener.
6- Siempre encuentro algún motivo para estar preocupada.
7- Dejo que es despertador suene y suene mil veces antes de levantarme. Cuando me fui a vivir sola me llamaba mi mamá por teléfono para despertarme, ahora en la semana me despierta mi marido y los fines de semana mis hijas. El despertador solo no puede. Soy fiaca.
Listo!
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