Hiawyn Oram (texto)
Satoshi Kitamura (ilustraciones)
Es un libro lindo y simple. Poco texto e imágenes que lo dicen todo.
Empieza así:
"Yo tenía un millón de juguetes y me aburría.
Subí al desván."
Los dibujos muestran la escalera de un camión de bomberos de juguete que llega hasta un desván, donde todo es posible.
Una familia de ratones hace de todo un poco, desde andar en patín, hasta arrastrar un gran pedazo de queso, dibujar y lavarse los dientes.
Un lugar tranquilo y fresco para descansar y pensar bajo un cielo estrellado con una familia de escarabajos y flores gigantes.
El desván con motor puede volar.
Se puede también entre otras cosas llegar hasta la selva, y encontrar un amigo tigre.
Me gustó mucho. Combina perfectamente fantasía y realidad.
muy chebre me gusto
ResponderEliminartiene arta imaginacion este cuento mejor dicho tiene de todo
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