jueves, 21 de octubre de 2010

Vecinos

Pensaba que era casualidad que todos los globos del barrio vinieran a parar a nuestro patio y que mi hija estaba confundida cuando decía que el vecino tenía un perro.

Hasta que descubrí quien tiraba los globos y al perro protagonista de sus funciones privadas de títeres desde la ventana del primer piso.
 
Se mudó. La verdad es que se lo extraña y mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario