La mayoría de los libros de mi infancia terminaron en una gran fogata al mejor estilo Fahrenheit 451, pero por estar "enbichados".
Fue trágico al principio, y después sin pensar demasiado ví como uno por uno se los iba llevando el fuego. A los míos de la colección Robin Hood, de Puck, de Enyd Blyton y a los de mi papá de arte y de magia entre otras cosas.
Algunos los volví a encontrar en librerías de usados por casualidad.
Otros no, pero ahora que recuperé este, ya no es tan importante.
Amo a Wilde!!
ResponderEliminarY me hiciste acordar de Puck... Toda la colección en la biblioteca del colegio. Impagable.
Q recuerdos!
Besos
Nat.