Mi marido me dijo hoy: "Mira esto", Me impactaron las fotos y me hicieron acordar a Dark Days.
Hace 12 años vivía sola. Pensaba que al vivir sola iba a aprender a cocinar, limpiar, ocuparme de las cuentas y a despertarme con despertador. Pero no, se puede vivir sin cocinar, sin ensuciar más de lo que pueda solucionar alguien en unas horas una vez por semana y a las mañanas siguió despertándome mi mamá por teléfono. El ruido del teléfono es más despertador que el de un reloj, y más cuando la persona del otro lado sabe perfectamente cuando hace falta volver a llamar. Mi mamá se ocupaba también de que tuviera teléfono habilitado. Lo que sí descubrí fue que podía estar bien sola. Más allá de situaciones excepcionales como vacaciones, podía estar bien sola, con mi desorden y mis "manías de vieja" como decía mi abuela que no podía entender que tomara té con un calentador a vela, en un departamento sin televisión, sin cortinas y sin humo (en casa, porque casa siguió siendo por muchos años la de mi familia todos fumaban al menos un paquete por día).
Siempre me gustó caminar de noche y en esa época podía hacerlo con frecuencia.
En el 2000 saqué varias entradas para el BAFICI al azar. Iba caminando hasta el Abasto medio dormida después de muchas horas de trabajo para ver películas de las que solamente sabía el título. Así, totalmente desprevenida fui a ver Dark Days. Al principio entre el sueño y la sorpresa me costó entender que los actores no parecían actores porque vivían de verdad en la calle, o mejor dicho en el subte de Nueva York, que las ratas tamaño gato tampoco eran de película y que la película era en realidad un documental, sobre gente que vivía en casillas al costado de las vías. Me gustó mucho la película y la sencillez del director al contar como la había hecho.
Vivía sola y estaba bien sola, hasta que conocí a alguien y cambió mi vida. Ahora es raro que salga a caminar sola de noche. Sigo viendo gente en la calle y sintiendo la necesidad de hacer algo, aunque la mayoría de las veces lo único que me sale es no mirar para otro lado y otras ni siquiera eso.
Es bien loco cómo se pueden tener varias vidas en la misma vida... Hace 12 años mi primer bebé tenía unos meses y la vida también me cambiaba completamente! Ahora YA está adolescentizándose(?)... ;)
ResponderEliminarBesos ♥
Ehhhhhhhh! A esto le llamo saudades de la soltería! Bah, o será que yo leo eso. Porque también tengo una ocnvivencia muy feliz, pero por momentos extraño esa libertad TAN suelta., Ese poder cenar helado si me pinta, o una simple ensalada... ir de compras un domingo a Easy a la mañana, yo qué sé.. cosas que después cambian. Ya tampoco voy al cine sola. Es lindo tener con quien ir, el 90 por ciento de las veces. Pero y el otro 10? jajaj!
ResponderEliminarUn beso enorme!
c.
En realidad son recuerdos, sin saudades, no sé si se entiende.
ResponderEliminarTodo tiene sus tiempos y en este momento no cambio las libertades de antes por mi vida de ahora en la que salvo por la responsabilidad de cuidar a las chicas sigo teniendo libertad para casi todo lo se me ocurra. Sigo tomando té a la noche y aunque ya no me da para salir sin rumbo o motivo aprovecho cualquier ocasión para ir a comprar lo que haga falta a cualquier hora. La limitante ahora es la inseguridad, nunca fui miedosa pero ahora a veces me siento insegura. Es verdad lo que dice Su, siento como si mi vida de soltera hubiera sido otra vida, con otras expectativas, otros sueños, y algunos de esos sueños hoy son realidades. No me puedo quejar, por lo menos no acá. En casa tampoco debería pero me cuesta evitarlo!
Besos y aprovecha para ir al cine Ceci, después es más complicado, en ese sentido la adolescentización debería tener alguna ventaja...
Nunca viví sola, y como viene la vida, ojalá nunca tenga que hacerlo!
ResponderEliminarPero a veces me da curiosidad, me pregunto si hubiese seguido siendo un quilombo o si hubiese encontrado en mí misma la motivación para ordenarme.
Un beso, María!
PD: qué fuerte debe ser ese documental!
Hola Ann,
ResponderEliminara mí me hizo muy bien vivir sola, y tengo muy lidos recuerdos de es época, lo que no hizo es milagros!
El documental vale la pena.
In beso